Hoy os presento uno de mis últimos experimentos: una crema facial antiedad con aceites de argán y avellanas, ácidos hialurónico y ferúlico, coenzima Q10, centella asiatica, vitaminas C y E, escualeno vegetal, y aceites esenciales de incie
nso, mirra y salvia.
Como de muchos de los ingredientes ya hemos hablado en anteriores entradas, hoy vamos a comentar los que los usamos con menos frecuencia.
- Ácido Ferúlico - Es un potente antioxidante de origen vegetal, que protege la piel de la radiación utltravioleta, y de esta forma, ralentiza su proceso de envejecimiento. El ácido ferúlico, va a proteger la estructura dérmica, donde se ubican el colágeno y la elastina. Además, combinado con la vitamina C, se convierte en un activo muy eficaz, ya que su acción se ve reforzada.
- Ácido hialurónico - Es un componente natural del tejido conectivo: piel, cartílagos, líquido sinovial... Es un glucosaminoglicano y uno de los elementos más importantes de la matriz extracelular. Esta matriz, que también incluye proteínas como el colágeno y la elastine, forman la estructura de soporte de la piel. El ácido hialurónico tiene la propiedad de retener una gran cantidad de agua (hasta 20 veces su peso) formando un gel elástico. Es esta capacidad, entre otras cosas, es la que le proporciona volumen y elasticidad a la piel joven. El ácido hialurónico que estamos utilizando en esta receta es de peso molecular medio, de forma permite un hidratación largo tiempo y un efecto tensor muy eficiente así como de "relleno".
- Coenzima Q10 - Podemos considerarla como un activo anti-envejecimiento y protector de primera elección en cosmética. Los lípidos que se encuentran en la superficie de la piel constituyen una barrera natural contra las agresiones externas. La Coenzima Q10 (ubiquinona) y la vitamina E son parte de los poco numerosos antioxidantes naturales lipofílicos. Están presentes en la piel de forma natural y trabajan de forma sinérgica para proteger los lípidos del sebo contra el estrés oxidativo, especialmente en caso de exposición al sol. La concentración de coenzima Q10 y vitamina E piel cae dramáticamente con la edad, de forma que la piel se hace más sensible al ataque de la luz UV. Es por esto por lo que es necesario complementar la piel con estos dos elementos esenciales.
- Escualeno Vegetal - Para una óptima acción sinérgica proponemos una asociación de coenzima Q10 y vitamina E junto con escualeno. Debido a su estructura biomimética (similar a la película de lípidos naturales constitutivos del film lipídico de la piel) tiene una gran afinidad con la piel y actúa como emoliente natural.
Tiene un tacto sedoso muy fino, no graso y penetra muy fácilmente en la piel. Escualano fortalece la barrera lipídica de la piel, la alivia, la suaviza y la protege de la deshidratación.
- Centella Asiática - Es una planta originaria de Turquía que también se puede encontrar en Madagascar. Originalmente la planta fue utilizada en cataplasmas para curar las manifestaciones de la lepra en la piel. Más tarde se descubrieron sus dos principales activos: asiaticósido y madecasósido. Estos dos componentes pertenecen a la familia de los saponósidos. Son estos dos principales principios activos los que le dan a la centella su poder curativo, su actividad antibacteriana y regeneradora de la piel, y por eso es ampliamente utilziada en cosmética y farmacia. Además, estas dos moléculas fuertemente antioxidantes tienen la capacidad de aumentar la síntesis de colágeno, por lo que es un poderoso aliado para prevenir y reducir las arrugas y líneas finas.
Yo la llevo utilizando un tiempecito y la verdad es que estoy más que encantada.
Espero que a vosotros tambíén os guste!!!
Wooow cuanta maravilla, gracias por compartir
ResponderEliminarMuchas gracias Ana!!
EliminarMe alegro muchísimo de que te haya gustado 😘
Muchas gracias Ana!!
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Wooow cuanta maravilla, gracias por compartir
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