domingo, 22 de julio de 2018

ACONDICIONADOR SÓLIDO

¡¡Hola a tod@s!!


Ahora que por fin parece que ha entrado el calor y apetece más que nunca playa y piscina, os voy a hablar de uno de mis básicos para el verano: el acondicionador sólido.
Aunque suelo tener el pelo bastante sano, es verdad que con el cloro de la piscina y el exceso de sol me lo noto mucho más áspero, menos suave y las puntas más estropeadas.
Durante el invierno voy usando más o menos regularmente la mascarilla capilar revitalizante y en verano, si voy a playa o piscina intento llevarme ya puesta la mascarilla Super Hair, pero aún así tengo el pelo bastante más encrespado de lo normal, así que recurro a medidas extraordinarias 😄

Hoy os voy a hablar del acondicionador sólido, que ya os digo que me encanta. Se utiliza sobre el cabello húmedo después de lavarlo, lo dejamos actuar mientras enjabonamos el cuerpo, y aclaramos después de unos minutos.



He preparado de dos tipos que me gustan por igual, así voy alternando. La base de todos ellos está en la manteca de karité, el aceite de coco, BTMS, provitamina B5, proteínas de seda, acondicionador emulsionante y el aceite de oliva, pero además, de forma particular, estos dos llevan:

- Aceite de aguacate, bhringaraj y brahmi (plantas ayurvédicas que cuidan nuestro cabello) y aroma de te verde


- Aceite de argán, Amla y Rosa de Damasco en polvo, y aroma rosa búlgara. 


Os puedo asegurar que el cabello queda suelto, hidratado, suavísimo y muy reparado.
Es muy fácil de usar. Con el cabello mojado y recién lavado, pasa la pastilla un par de veces por el cabello o haz una pequeña emulsión con las manos y llévatelas de medios a puntas, distribuyendo bien el producto por el pelo. Deja actuar unos minutos, aclara con abundante agua y listo!!!

¡¡Que lo disfrutéis!!!

domingo, 10 de junio de 2018

JABÓN DE TOMATE

Hola a tod@s!!

El otro día, revisando entradas antiguas (y tanto!) me di cuenta de que la primera entrada que tengo del jabón de tomate es de hace casi nueve años!! Y aunque lo hago con cierta frecuencia, apenas tengo fotos de él. Así que hoy aprovecho que tengo un lote listo para su uso, os lo dejo por aquí.



¿Os cuento sus ingredientes?

Así como hay otros jabones en los que sigo la misma receta una vez tras otra, con el jabón de tomate me ocurre todo lo contrario. Me gusta ir variando en aceites y aromas... vamos, que prácticamente lo único que dejo fijo en la receta es el aceite de oliva y el propio tomate.

Esta última vez los elegidos han sido aceite de oliva, aceite de coco, aceite de girasol, aceite de arroz y aceites esenciales de romero, salvia y bergamota. Pero lo mejor de todo es su ingrediente estrella: ¡¡nuestro querido tomate extremeño de pura cepa!!  ¿Hay algo mejor?

Haciendo cálculos, yo diría que he utilizado tomate en polvo suficiente para que en cada pastilla haya una cantidad equivalente más o menos a dos tomates de tamaño hermosotes.

El tomate es rico en vitamina C, A,  y de los grupos B, PP y K. Además, contiene fósforo, hierro, calcio, magnesio, manganeso, zinc, cobre, potasio y sodio. Pero sobre todo, tiene unas cantidades muy importantes de licopeno.
El licopeno es el pigmento natural del tomate, y uno de los antioxidantes más potentes que existen y que actúa protegiendo a las células del organismo frente al envejecimiento prematuro y reduciendo la sensibilidad de la piel al sol.
¡Es un maravilloso aliado para nuestra piel!



Es un jabón muy cremoso, con una espuma muy suave y densa, y huele divinamente. Perfecto como jabón corporal pero maravilloso también como jabón facial.

Ya estoy tardando en estrenar una pastilla.....

¡¡Hasta pronto!!

jueves, 1 de marzo de 2018

BÁLSAMO LIMPIADOR

¡¡Hola a tod@s!!

Tenía muchas ganas de volver por aquí a enseñaros algo que llevo usando desde principios de año y que me tiene loca, loquita, loca 💓

Se trata de un bálsamo limpiador y que estoy utilizando en sustitución del aceite desmaqulllante que tan buenos resultados me ha dado siempre. 

A finales del año pasado me encontré con un artículo en una revista de moda y belleza donde hablaba de los beneficios y ventajas del uso de los bálsamos limpiadores frente a las cremas desmaquillantes. Ya sabéis que soy muy fan de los tratamientos de belleza en formato aceite, así que esto me llamó la atención a pesar de que no se trataba de productos específicamente de cosmética natural. Me gustó mucho la descripción del producto, pero acabé con mi gozo en un pozo cuando al echarle un ojo a los principales ingredientes me encontré a la cabeza del INCI con mi detestado paraffinum liquidum.

Así que como no me iba a quedar con las ganas, me he atrevido a formular un bálsamo limpiador que en esencia tendrá la misma función y en la práctica será más beneficioso para nuestra piel, y así nos quedamos más tranquilas. 

Este bálsamo limpia en profundidad y elimina de forma eficaz todo el maquillaje, incluso el resistente al agua. La mezcla de aceites esenciales que he elegido (lavanda, bergamota y eucalipto) ayuda a descongestionar, relajar y calmar la piel. 

La manteca de karité calma, alivia la piel congestionada, la hidrata y nutre en profundidad. El aceite de ricino es un maravilloso limpiador de la piel, que disuelve el maquillaje y ayuda a dispersarlo. El aceite de aguacate es reafirmante, protector y proporciona confort y elasticidad a la piel, regenerándola, reestructurándola y combatiendo los signos de envejecimiento. El aceite de almendras dulces es emoliente, nutre la piel y la protege de la desecación 



El método de utilización es muy sencillo: Cogemos una pizquita de producto con los dedos o con una espátula, y lo extendemos sobre la piel y pestañas, haciendo movimientos circulares. Así, el producto va a penetrar en profundidad mientras activamos la circulación. Vamos a notar como la textura empieza a cambiar y el bálsamo, por efecto de la temperatura de la piel, se va a fundir y se transforma en aceite. Vamos a ver también como el maquillaje se va disolviendo y mezclando con el bálsamo. A continuación procedemos a retirarlo con una muselina mojada en agua templada. Así, hacemos un dos en uno: limpiamos y exfoliamos suavemente la piel. 

Y ya sólo tenemos que terminar con un poco de agua termal, agua de rosas o de azahar, y tendremos la piel limpita y preparada para el descanso. A mi, personalmente, me gusta terminar con agua y jabón, pero es cuestión de gustos.

Os animo a probarlo, porque os va a encantar. ¡¡Palabra burbujera!!

¡¡Hasta muy pronto!!